Evaluar un producto software con sólo decir es de calidad, no es de calidad o peor aún es de media calidad nos dejaría con muchas dudas sobre qué aspectos del producto si funcionan bien y cuáles no. Por eso existen algunos términos que pueden ser evaluados uno por uno por el usuario del software. Estos términos son los siguientes.
- Corrección.
El grado en que el programa cumple con su especificación y satisfacer los objetivos que propuso el cliente.
- Confiabilidad.
El grado en que se esperaría que un programa desempeña su función con la precisión requerida.
- Eficiencia.
La cantidad de código y de recursos de cómputo necesarios para que un programa realice su función.
- Integridad.
El grado de control sobre el acceso al software o los datos por parte de las personas no autorizadas.
- Facilidad de uso.
El esfuerzo necesario para aprender, operar y preparar los datos de entrada de un programa interpretan la salida.
- Facilidad de mantenimiento.
El esfuerzo necesario para localizar y corregir un error en un programa.
- Flexibilidad.
El esfuerzo que demanda probar un programa con el fin de asegurar que realiza su función.
- Portabilidad.
El esfuerzo necesario para transferir el programa de un entorno de hardware o software a otro.
- Facilidad de reutilización.
El grado en que un programa o partes de él pueden reutilizarse en otras aplicaciones (en relación con el empaquetamiento y el alcance de las funciones que realiza el programa).
- Interoperabilidad.
El esfuerzo necesario para acoplar un sistema con otro.
Conociendo y evaluando cada uno de estos factores, podemos medir la calidad del producto software que desarrollamos y por consiguiente mejorar nuestro producto.
Referencias:
http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2014/jlcv/calidad-software.htm
Referencias:
http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2014/jlcv/calidad-software.htm