Propagación de la luz
La luz emitida por las fuentes luminosas es capaz de viajar
a través de materia o en ausencia de ella, aunque no todos los medios permiten
que la luz se propague.
La luz se propaga como una línea recta a una velocidad
aproximada de 3*108 ms-1. La naturaleza ondulatoria de la
luz puede ser despreciada debido a que aquí la luz es como un chorro lineal de
partículas que pueden colisionar y, dependiendo del medio, se puede conocer cuál
es su camino a seguir. Éstos rayos pueden ser absorbidos, reflejados o
desviados siguiendo las leyes de la mecánica.
Desde este punto de vista, las diferentes sustancias
materiales se pueden clasificar en opacas,
transparentes y traslucidas. Aunque
la luz es incapaz de traspasar las opacas.
Las sustancias transparentes tienen, además, la propiedad de
que la luz sigue en su interior una sola dirección. Éste es el caso del agua,
el vidrio o el aire. En cambio, en las traslucidas la luz se dispersa, lo que
da lugar a que a través de ellas no se puedan ver las imágenes con nitidez.
En un medio que además de ser transparente sea homogéneo, es
decir, que mantenga propiedades idénticas en cualquier punto del mismo, la luz
se propaga en línea recta.
Índice de refracción
La velocidad de la luz en el vacío el valor c = 300 000 km/s. En cualquier medio
material transparente la luz se propaga con una velocidad que es siempre
inferior a c. Así, por ejemplo,
en el agua lo hace a 225 000 km/s y en el vidrio a 195 000 km/s.
En óptica se suele comparar la velocidad de la
luz en un medio transparente con la velocidad de la luz en el vacío, mediante
el llamado índice de refracción
absoluto n del medio: se define como el cociente entre la velocidad c de la luz en el vacío y la
velocidad v de la luz en el
medio, es decir:
n=c/v
n=14.1
Conforme se deduce de la propia definición cuanto mayor sea el índice de refracción
absoluto de una sustancia tanto más lentamente viajará la luz por su interior.
Si lo que se pretende es comparar las velocidades
v1 y v2 de dos
medios diferentes se define entonces el índice
de refracción relativo del medio 1 respecto del 2 como cociente entre
ambas:
n12 = v1/v2
Un índice de refracción relativo n12 menor que 1 indica que en el
segundo medio la luz se mueve más rápidamente que en el primero.
Reflexión de la luz
La reflexión luminosa es un fenómeno en virtud
del cual la luz al incidir sobre la superficie de los cuerpos cambia de
dirección, invirtiéndose el sentido de su propagación. La visión de los objetos
se lleva a cabo precisamente gracias al fenómeno de la reflexión. Un objeto
cualquiera, a menos que no sea una fuente en sí mismo, permanecerá invisible en
tanto no sea iluminado. Los rayos luminosos que provienen de la fuente se
reflejan en la superficie del objeto y revelan al observador los detalles de su
forma y su tamaño.
De acuerdo con las características de la
superficie reflectora, la reflexión luminosa puede ser regular o difusa. La reflexión regular tiene lugar cuando
la superficie es perfectamente lisa. Un espejo o una lámina metálica
pulimentada reflejan ordenadamente un
haz de rayos conservando la forma del haz. La reflexión difusa se da sobre los cuerpos de superficies más o
menos rugosas.
En ellas un haz paralelo, al reflejarse, se
dispersa orientándose los rayos en direcciones diferentes. Ésta es la razón por
la que un espejo es capaz de reflejar la imagen de otro objeto en tanto que una
piedra.
Refracción
Se denomina refracción luminosa al cambio que
experimenta la dirección de propagación de la luz cuando atraviesa oblicuamente
la superficie de separación de dos medios transparentes de distinta naturaleza.
Las lentes, las máquinas fotográficas, el ojo humano y, en general, la mayor
parte de los instrumentos ópticos basan su funcionamiento en este fenómeno
óptico.
Objetos e imágenes
La determinación de las relaciones existentes
entre un objeto y su imagen correspondiente, obtenida a través de cualquiera de
estos elementos o sistemas ópticos, es uno de los propósitos de la óptica
geométrica. Su análisis riguroso se efectúa, en forma matemática, manejando
convenientemente el carácter rectilíneo de la propagación luminosa junto con
las leyes de la reflexión y de la refracción. Pero también es posible efectuar
un estudio gráfico de carácter práctico utilizando diagramas de rayos, los cuales representan la marcha de los
rayos luminosos a través del espacio que separa el objeto de la imagen.
Espejos
Un espejo
es una superficie pulida en la que, después de incidir, la luz se refleja
siguiendo las leyes de la reflexión.
El más sencillo es el espejo plano. En este
último, un haz de rayos de luz paralelos puede cambiar de dirección completamente
en conjunto y continuar siendo un haz de rayos paralelos, pudiendo producir así
una imagen virtual de un objeto con el mismo tamaño y forma que el real. La
imagen resulta derecha pero invertida en el eje normal al espejo.
Los espejos esféricos tienen la forma de la
superficie que resulta cuando una esfera es cortada por un plano. Si la
superficie reflectora está situada en la cara interior de la esfera se dice que
el espejo es cóncavo. Si está
situada en la cara exterior se denomina convexo.
Las características ópticas fundamentales de todo espejo esférico son
las siguientes:
Centro
de curvatura C: Es el centro de la superficie esférica que constituye el
espejo.
Radio de
curvatura R: Es el radio de dicha superficie.
Vértice
V: Coincide con el centro del espejo.
Eje
principal: Es la recta que une el centro de curvatura C con el vértice V.
Foco: Es
un punto del eje por el que pasan o donde convergen todos los rayos reflejados
que inciden paralelamente al eje. En los espejos esféricos se encuentra en el
punto medio entre el centro de curvatura y el vértice.
Láminas y prismas
Cuando la luz atraviesa una lámina de material
transparente el rayo principal sufre dos refracciones, pues encuentra en su
camino dos superficies de separación diferentes. el rayo que incide en la
lámina y el rayo que emerge de ella sean paralelos, siempre que los medios a
uno y otro lado sean idénticos. En tal circunstancia las láminas plano-paralelas
no modifican la orientación de los rayos que inciden sobre ellas, tan sólo los
desplazan.
Un prisma es un objeto capaz de refractar,
reflejar y descomponer la luz en los colores del arco iris. De acuerdo con la ley
de Snell, cuando la luz pasa del aire al vidrio del prisma disminuye su velocidad,
desviando su trayectoria y formando un ángulo con respecto a la interfase. Como
consecuencia, se refleja o se refracta la luz. El ángulo de incidencia del haz
de luz y los índices de refracción del prisma y el aire determinan la cantidad
de luz que será reflejada, la cantidad que será refractada o si sucederá
exclusivamente alguna de las dos cosas.
Lentes
De la combinación de los tres posibles tipos de
superficies límites, cóncava, convexa y plana, resultan las diferentes clases
de lentes. Según su geometría, las lentes pueden ser bicóncavas, biconvexas, plano-cóncavas, plano convexas y
cóncavo-convexas.
Desde el punto de vista de sus efectos sobre la
marcha de los rayos es posible agrupar los diferentes tipos de lentes en dos
grandes categorías: lentes convergentes y lentes divergentes. Las lentes convergentes se caracterizan
porque hacen converger, en un punto denominado foco, cualquier haz de rayos
paralelos que incidan sobre ellas. En cuanto a su forma, todas ellas son más
gruesas en la zona central que en los bordes. Las lentes divergentes, por
su parte, separan o hacen diverger los rayos de cualquier haz paralelo
que incida sobre ellas, siendo las prolongaciones de los rayos emergentes las
que confluyen en el foco. Al contrario que las anteriores, las lentes
divergentes son menos gruesas en la zona central que en los bordes.
La naturaleza de la luz
La luz
es una forma de energía que emiten los cuerpos luminosos y que percibimos
mediante el sentido de la vista.
La luz es una refracción que se propaga en formas de ondas, aunque también se propaga en línea recta en forma de corpúsculos.
La luz como onda electromagnética
El físico escocés James Clark Maxwell demostró
matemáticamente la existencia de campos electromagnéticos que, a modo de ondas,
podían propasarse tanto por el espacio vacío como por el interior de algunas
sustancias materiales. Maxwell identificó las ondas luminosas con sus teóricas
ondas electromagnéticas, prediciendo que éstas deberían comportarse de forma
semejante a como lo hacían aquéllas. La comprobación experimental de tales
predicciones vino en 1888 de la mano del físico alemán Henrich Hertz, al lograr
situar en el espacio campos electromagnéticos viajeros, que fueron los
predecesores inmediatos de las actuales ondas de radio.
La diferencia entre las ondas de radio (no
visibles) y las luminosas tan sólo radicaba en su longitud de onda,
desplazándose ambas a la velocidad de la luz, es decir, a 300 000 km/s.
Posteriormente una gran variedad de ondas electromagnéticas de diferentes
longitudes de onda fueron descubiertas, producidas y manejadas.
Referencias:
https://es.wikibooks.org/wiki/F%C3%ADsica/%C3%93ptica/Naturaleza_de_la_luz
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93ptica_geom%C3%A9trica
http://html.rincondelvago.com/luz-y-optica-geometrica.html
Referencias:
https://es.wikibooks.org/wiki/F%C3%ADsica/%C3%93ptica/Naturaleza_de_la_luz
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93ptica_geom%C3%A9trica
http://html.rincondelvago.com/luz-y-optica-geometrica.html
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